Historia


En Castromonte, partido judicial de Medina de Rioseco, a 13 Km. de él y a 36 Km. de VALLADOLID, se encuentra el templo de la parroquia de Santa María de la Concepción sito en la plaza mayor (de la Constitución). Es un edificio de fuerte construcción en piedra sillar su interior nos ofrece distintos estilos arquitectónicos que nos hace ver que se realizaron en distintas épocas, las primeras construcciones se podría decir que fueron en la primera mitad del siglo XVI, la torre es posterior, terminando los dos últimos cuerpos sobre el año 1738 a cargo del maestro cantero Santiago González de Valladolid.

 

El templo consta de tres naves separadas por dos grandes arcos paralelos de estilo románico de perfecta ejecución y singular belleza que recorren casi todo lo largo del edificio. A estos hay que sumar  otros dos arcos  de estilo gótico y bizantino, que arrancan de los mismos pilares de los de escuela romana, los cuales han sido reforzados recientemente en la base, con placas de acero formando un cinturón y barrotes de tetracero cruzados, dado que la mala carga de los arcos hacia que estos dieran síntomas de ir reventando.  Así lo  confirma un reciente estudio del arquitecto David Cabezudo Carrasco.   En el primer pilar según se entra se ve que ya ocurrió en época anterior, pues hay huecos que indican el haber sido apuntalado anteriormente y hecha la base nuevamente con piedra más dura; pero aun así  a día de hoy da muestras de ir reventando, pues ya tenía grietas que cada vez se hacían más grandes.

 

 

En la base del arco gótico del evangelio hay un arco escarzano actuando de contrafuerte desde el pilar hasta la base de la torre, destacando su originalidad. Las bóvedas son de crucería y en los combados hay una colección de bustos en forma de medallón, modelados, quizás por discípulos de la escuela de Jerónimo del Corral, maestro decorador de la majestuosa capilla de los Benavente en el templo parroquial de Sta. María, en Medina de Rioseco. 

En la capilla central, al fondo  del presbiterio, en el muro del evangelio existía un pequeño recinto enrejado que en un tiempo inmemorial se utilizaba como archivo municipal y por encima de éste hay un escudo, tal vez pretendiendo ser el blasón del municipio, con la siguiente inscripción: MOTES  INCIRC  VITUEIUS: ET  DIS  INCIRCVITV  POPVLI  SUI. En el lado opuesto se levanta la torre de planta cuadrada fuerte y robusta,  en lo alto del primer cuerpo hay cuatro ventanales simétricos uno en cada cara, donde están colocadas las campanas, una por ventana. 

En el interior hay cuatro labrados uno en cada rincón con la forma de  concha, símbolo del peregrino, pero están bastante erosionadas por las corrientes de aire. En el primer cuarto según se sube a la torre pueden verse también cuatro conchas, pero éstas están muy bien conservadas. Y coronando el primer cuerpo un bello, pero sencillo antepecho adornado con cuatro bolas. 

El segundo cuerpo es octogonal rematado de cúpula en media naranja; en su interior encima de un entablado del que aún quedan vestigios, se encontraba el reloj por el cual se guiaban todos los vecinos. Y por encima carga una  linterna de ocho arcos de esbelta proporción, rematando con un capitel de piedra, instalado hace unos años,  (antes era de madera de encina) donde está colocada la veleta.  Estos dos últimos cuerpos fueron labrados por el año 1738,  siendo el maestro cantero Santiago González,  de Valladolid.  Siendo enlosado el piso de la iglesia por  los vecinos de Medina de Rioseco, Manuel Gutiérrez, Juan Yenes y Mateo Sipos siendo estos los alarifes. Se obligan estos en hacer el trabajo por ser las condiciones que firmó el maestro de cantería.
                                                                                                     

En la nave central, al fondo del presbiterio, se alza un retablo que llena toda la pared. Su arquitectura básicamente corresponde a la ingeniería barroca, siendo quizás, algo excesiva la adornación en su conjunto, dando lugar a confundirse con el estilo churrigueresco.  Consta  de bancal, dos cuerpos y remate. 

El bancal representa  dos escenas bíblicas,  una es la oración de Jesús en el huerto y la otra su prendimiento; y en los extremos de éstos simbolizando ser  pilares de la Iglesia están los cuatro evangelistas.  S. Mateo: Su icono o símbolo es una figura humana con alas.  Representa la encarnación (Dios hecho hombre).  Sus escritos se refieren a Cristo como hombre no como divino.  S. Marcos: La figura es el león alado, representa la resurrección. 

Establece la dignidad real de Cristo y su poder sobre la resurrección de los muertos.  S. Lucas: Su icono es un buey con alas, representa la pasión y el sacrificio. La forma del buey es signo de fuerza y paciencia. Es un animal nacido para el sacrificio.  La sangre derramada del ganado también servía para la expiación del pecado, (ofrecida en sacrificio). Sobre esto hace hincapié este evangelista en sus escritos.  S. Juan: Su símbolo es el águila,  al igual que este animal se eleva hacia el cielo, subió hacia arriba el espíritu de Cristo al reino de los cielos. 

En el centro del primer cuerpo se encuentra el tabernáculo, en cuyo interior guarda el sagrario, donde se ve esculpida la figura de un cordero, en relieve y policromada. En el lado derecho se encuentra una pequeña talla policromada de S. Clemente; es el patrón del municipio,  tercer papa después de S. Pedro y su fiesta se celebra el 23 de Noviembre. En el lado izquierdo se puede apreciar  la imagen de la purísima, talla policromada de reducido tamaño. 

En el segundo cuerpo en el centro, justo encima del tabernáculo aparece la imagen de Sta María de la Concepción, y a los lados las figuras de ocho ángeles sirviendo de corte celestial para elevarla a los cielos. Es una escultura bella y arrogante, su rostro refleja sencillez y dulzura.  La custodian, en dos hornacinas, a la derecha S. Pedro y a la izquierda s. Pablo: dos bellas imágenes que muestran mucha expresividad  en todo su conjunto. De las manos de Tomás Vázquez. 

De remate y como manda la tradición,  (el calvario) Jesús en la cruz  acompañado de su Madre y S. Juan, el discípulo predilecto de Cristo. Son tallas enteras y muy expresivas, dado el contexto de la escena bíblica.  Y en lo alto, dentro de un triangulo, con los brazos abiertos la figura de DIOS PADRE, parece estar dando la bendición. En la nave del Evangelio encontramos un retablo barroco del siglo XVIII, esculpido también por Tomás Vázquez. 

En la hornacina del primer cuerpo y como pieza única un crucifijo de tamaño natural y bien proporcionado, representando a Cristo ya muerto en la Cruz, con la cabeza caída y ojos entreabiertos. Es una bella imagen que transmite mucho dolor y sufrimiento.  Es de la segunda mitad del siglo XVI. También en este primer cuerpo se hallan tallados instrumentos que hicieron padecer a Nuestro Señor: los tres clavos, la lanza que atravesó su costado, los dados con que echaron a suerte su túnica, etc.  

En el segundo cuerpo tres lienzos representando la pasión de Cristo. Y de remate un lienzo donde se ve a Jesús orando en el huerto de los olivos. Estos dos retablos han sido restaurados hace pocos años.  En la nave de la epístola, se encuentra el retablo de la Virgen del Rosario. De estilo barroco del XVIII, en el primer cuerpo buscando el centro, una hornacina donde es honrada la imagen de Nuestra Señora y a sus pies una imagen pequeñita de Jesús niño. 

Y en el segundo cuerpo y el remate lienzos con estampas de la vida  de la Santísima Virgen. Es la patrona del municipio y ostenta  tal honor por hechos que acontecieron hace varias centurias. 

Sin que conste por documento escrito, sino por lo que cuentan nuestros mayores, y así se lo contaron los suyos y ocurriendo lo mismo con estos y etc., se encontraba el pueblo rodeado de un fuego devastador y  amenazante de reducirlo todo a cenizas. Fue entonces cuando los vecinos de la villa decidieron sacar procesionalmente a la Virgen, rogando y pidiendo agua para apagar el fuego destructor. Al poco de ello comenzó a llover con tanta intensidad que las llamas quedaron reducidas en poco tiempo. Entre otros comentarios, uno se hizo eco de todos: VAYA PANADERA QUE NOS HA METIDO.  De este comentario salió el nombre por el que popularmente se la conoce en los alrededores. “LA PANADERA”.  Desde entonces se la sacaba en rogativa procesionalmente todos los años, el lunes de Pentecostés hasta el año pasado 2012. 

Desde el presente 2013 tendrá lugar el sábado de vísperas. Así se aprobó en sesión plenaria el pasado mes de septiembre del 2012 por este Ayuntamiento. Los motivos que llevan a este cambio no es otro que el de preservar la tradición de esta procesión, dado que el lunes por ser día laboral no podían acudir los hijos del pueblo, que residen fuera ni otras personas a quienes les gustaría tomar parte de la fiesta para pedirle y darle gracias a la Virgen por los dones recibidos, y conmemorar esta tradición, bendiciendo así a Nuestra Patrona. Desfila procesionalmente  custodiada por las autoridades del pueblo y precedida por otras 16 imágenes con sus correspondientes cofradías.  

Por considerar el hecho milagroso que se le atribuye y la inmensa devoción que se le ha tenido siempre, en su tercera Visita Pastoral del 29 de octubre  del 1905, el Excelentisimo e Ilustrisimo Ovispo de Palencia, D. Enrique Almaraz y Santos, Conde de Pernia, concedió cuarenta días de indulgencia por cada vez que se rece la oración de la salve delante de la imagen de la Virgen del Rosario venerada en esta parroquia de Santa  María de la Concepción de Castromonte. 

El documento que lo acredita se expone en el mismo Altar de la Virgen. La imagen cuenta con tres vestidos que fueron regalo de la Marquesa del Trebolar. Uno rojo con bordados en oro, es el que viste siempre en el altar. Otro de color verde con estampados y filigranas en oro, con este desfila procesionalmente el día de su fiesta, en Pascuas de Pentecostés. Y el tercero es blanco con encajes. Fue el vestido de novia de la marquesa. Con otro negro es portada en la procesión del atardecer del  viernes santo como señal de luto y soledad para ser revestida con el anterior de novia de la marquesa en la procesión del Encuentro del Domingo de Resurrección como Reina del Cielo y Madre del resucitado. 

Este retablo es el que queda sin restaurar, está ennegrecido por el humo de las velas, y lleno de polvo por las distintas obras realizadas en el templo. Estamos a la espera de recaudar fondos para su restauración, que a bien seguro merecerá la pena.  Se cree  que el templo esté erigido sobre los vestigios de un fuerte o castillo. 

Así  lo  demuestran unas antiguas ventanas que más bien parecen ser de un castillo y un mirador con dos bancos labrados en piedra arriba en el coro, a la derecha, y que mira a la plaza. Todas ellas se encuentran actualmente cegadas, un par de ellas  por dos contrafuertes exteriores.  El coro es del XVI tallado a mano, en él podemos apreciar figuras de animales y florales destacando la flor de lis. El atrio o pórtico es un rectángulo techado con zócalo de piedra y columnas.

 


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